Es necesario aceptar que somos diferentes, que tenemos distintos ritmos de aprendizaje, diferentes capacidades y estilos cognitivos. Aprendemos realizando actividades adecuadas a nuestras necesidades y deseos. Así construimos nuestra identidad.
Si en nuestras aulas, nuestro entorno, nuestra ciudad, en definitiva nuestro mundo "creamos" a niños/as felices estaremos "creando" a ciudadanos con una visión positiva de la vida, empáticos, con una gran autoestima y confiados de conseguir todo lo que se propongan, ya que son personas que se sienten queridas y aceptadas por el mundo, por su entorno y por ellos mismos.
LA FELICIDAD ROMPE FRONTERAS Y CURA ENFERMEDADES
Lo más importante es obtener a un alumnado querido y aceptado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario